Los que me seguís sabéis que soy fan de SHA Wellness Clinic, así que cuando me propusieron este reto me pareció una gran oportunidad para aprender, de la mano de los mejores profesionales, a equilibrar cuerpo y mente y llevarlo a mi vida cotidiana que, por mi trabajo, es muy dinámica y a veces un tanto «desordenada». Aquí he encontrado el secreto de cómo llevar una vida saludable, tanto en nutrición (alimentación saludable) y fitness como en técnicas de meditación y relajación. Este último campo era un gran desconocido para mí hasta ahora y tenía muchas ganas de probarlo. Y todo ello, en un entorno único y espectacular en todos los sentidos.
Lo esencial es el chequeo general de salud (para ver las carencias y puntos a tratar), la charla con la nutricionista (recomendaciones para una dieta saludable) y la valoración funcional de la mano del entrenador personal. Es importante saber nuestra composición corporal y cuál es nuestro metabolismo basal (el nivel mínimo de energía para funcionar eficientemente en reposo; se queman calorías hasta durmiendo). Entre consultas, el Oxygen Bar me ha encantado.
Aparte de la medicina occidental, en SHA tiene mucho potencial la Medicina Tradicional China. La acupuntura (inserción suave de pequeñas agujas para equilibrar, tonificar o sedar funciones de órganos) y la Moxibustión (aplicación de calor para mejorar la circulación energética) con el objetivo de fortalecer la sangre, estimular la energía chi y mantener una buena salud son todo un descubrimiento.
Tras la valoración de mi estado físico, metabólico, anatómico y estructural, el entrenador José Vidal me ha recomendado unos ejercicios diarios básicos muy sencillos para fortalecer mis debilidades y mejorar el tono muscular, principalmente. Además, se pueden realizar en cualquier lugar. Suelo practicar pilates, pero la clase de Yoga (Hata) y la de Mind Fullness (técnica de meditación) me han gustado mucho. La práctica regular de meditación puede transformar la calidad de vida. Es una forma sutil de educar el cuerpo para aprender a mantener la calma, recargar energía y potenciar la claridad y el estado de mente.
Las clases de cocina saludable han sido otro gran descubrimiento, sobre todo el valor energético de ciertas algas. El alga Hiziki tiene 100 veces más calcio que la leche. O la sopa miso, que en ayunas aporta mucha más energía que una taza de café. aprender cómo combinar los alimentos y qué debemos evitar es básico para no tener esa «acidez» que tenemos muchas veces. Cambiar la miel por la melaza de arroz y sustituir las hamburguesas de carne por las de tofu son sólo algunos de mis propósitos.
Estoy muy feliz por tener la posibilidad de participar en este reto porque sé que es una manera de ganar en salud y en años de vida. Tengo que continuar con estos hábitos de vida saludables por mi propio bien. De nada nos sirve la ropa ni la moda si no nos encontramos bien con nosotros mismos, ¿no creéis? Feliz día.
